4 mar 2013

Estrategias de innovación

publicado en La Jornada Morelos el 4 de marzo de 2013

El concepto de innovación, en términos generales, se asocia sólo con productos de la tecnología y la industria, lo cierto es que debe relacionarse también con cambios estructurales que incluyan toda la cadena de valor y con modificaciones en procesos o prácticas existentes. Estos cambios pueden realizarse de manera gradual o disruptiva. Todas las reformas que han presentado y seguirán presentando los Gobiernos Federal y Estatal en los próximos meses deberían tienen un elemento fundamental en común, la innovación. No tendrán éxito las reformas en pobreza, seguridad alimentaria, energía y salud, si no existe un cambio en la forma en que se han venido planteando los objetivos y realizando las tareas en esas áreas.
            La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicó un trabajo titulado “La Estrategia de Innovación de la OCDE: Empezar hoy el mañana” (© OCDE-FORO CONSULTIVO CIENTÍFICO Y TECNOLÓGICO 2012, en su versión en español). En este informe la OCDE pone a disposición su análisis y orientación en materia de política pública sobre una amplia gama de asuntos que va desde la educación y la capacitación hasta el medio ambiente, la infraestructura y las acciones de negocios efectuadas para promover la creación y difusión del conocimiento. Tales elementos apoyan a los gobiernos en el desarrollo de estrategias de innovación efectivas para alcanzar los objetivos clave económicos y sociales. Se promueve un enfoque que considera la interacción entre diversas esferas de política pública y las vincula a través de mecanismos de apoyo al gobierno a nivel local, regional, nacional e internacional.
            Para ser efectiva, la política de innovación debe considerar la manera en la que ésta se desarrolla hoy en día, plantea el informe. La innovación engloba una amplia gama de actividades. Incluye investigación y desarrollo, cambios organizacionales, capacitación a nivel de empresas, pruebas, comercialización y diseño. También, la innovación ocurre rara vez de manera aislada; es un proceso altamente interactivo que involucra una red creciente y cada vez más diversa de participantes, instituciones y usuarios en todo el mundo. Se mencionan cuatro prioridades que pueden fortalecer el desarrollo de las estrategias nacionales y colectivas para hacer que la innovación funcione para las personas y ayude a responder los retos más importantes del siglo XXI.
            Uno, empoderamiento de las personas para innovar: los sistemas de educación y capacitación deben preparar a las personas con las bases para el aprendizaje y el desarrollo de un amplio rango de habilidades que se requieren para la innovación en todas sus formas, y con la flexibilidad para actualizar las habilidades y adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado, para fomentar un lugar de trabajo innovador y asegurar que las políticas de empleo faciliten el cambio organizacional eficiente; asegurar que los consumidores sean participantes activos en el proceso de innovación; y fomentar una cultura empresarial al inculcar las habilidades y actitudes necesarias para llevar a cabo una empresa creativa.
            Dos, desencadenamiento de innovaciones: asegurar que las condiciones de competitividad sean confiables y apoyen la competencia, conducentes a la innovación, y mutuamente fortalecedoras; movilizar el financiamiento privado para la innovación, fomentando mercados financieros que funcionen correctamente y facilitando el acceso al financiamiento para las empresas nuevas, especialmente en las etapas iniciales de innovación, y promover la difusión de las mejores prácticas en el informe de inversiones intangibles, y desarrollar enfoques afines al mercado para el apoyo de la innovación; fomentar los mercados abiertos y un sector empresarial competitivo y dinámico y una cultura de toma de riesgos calculados y actividad creativa; y fomentar la innovación en las pequeñas y medianas empresas, especialmente las empresas nuevas y jóvenes.
            Tres, creación y aplicación de conocimientos: proveer suficiente inversión en un sistema de investigación pública efectivo, mejorar la gobernanza de las instituciones de investigación, y asegurar la coherencia entre las fuentes de niveles múltiples y el financiamiento para investigación y el desarrollo; asegurar que esté en operación una estructura de conocimiento moderna y confiable que apoye la innovación, acompañada de marcos reglamentarios que apoyen el acceso abierto a las redes y la competencia en el mercado, y crear una política adecuada y un ambiente regulatorio que permita el desarrollo responsable de las tecnologías; facilitar los flujos eficientes de conocimiento y promover el desarrollo de las redes y los mercados que faciliten la creación, circulación y difusión del conocimiento, junto con un sistema eficiente de derechos de propiedad intelectual; y promover la innovación en el sector público, en todos los niveles de gobierno, para mejorar la entrega de servicios públicos, la eficiencia, la cobertura y la igualdad.
            Cuatro, mejorar la gobernanza y la medición de las políticas de innovación: asegurar la coherencia de las políticas públicas al tratar la innovación como un componente central de la política del gobierno, con un fuerte liderazgo en los niveles políticos más altos; facilitar que los actores regionales y locales fomenten la innovación, mientras se asegura la coordinación entre regiones y con esfuerzos nacionales; y fomentar la toma de decisiones basada en la evidencia y la rendición de cuentas de las políticas al reconocer la medición como un factor central de la agenda de innovación.
            El enfoque más amplio de la innovación, que se describe en el presente trabajo, resalta especialmente la importancia del equilibrio entre las políticas dirigidas hacia la creación de nuevos conocimientos e innovaciones y aquéllas dirigidas a la promoción para su absorción y difusión en la economía. La innovación sólo se puede mejorar de manera continua y optimizada para cumplir con las necesidades de la sociedad a través de un enfoque integral y coherente, que empareje la oferta de conocimientos e innovación con la demanda de las empresas y los individuos.
            En Morelos, debemos tener ya un enfoque más estratégico del papel de las políticas públicas para la innovación, con la finalidad de: proporcionar un crecimiento más fuerte, más limpio y más justo; reconocer que la innovación involucra un amplio rango de inversiones de activos intangibles y de actores; empoderar a las personas de toda la sociedad a ser creativas; crear innovaciones de vanguardia con nuevos empleos; fomentar la difusión y aplicación del conocimiento; enfrentar los retos globales y repartir los costos y los riesgos, y establecer marcos para la medición de un concepto de innovación más amplio.

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